Con el ritmo tan frenético
que nos marca nuestra sociedad actual, qué complicado se ha vuelto
ser paciente ¿verdad? Por ejemplo, cuando vamos a comprar a los
supermercados. Antes de terminar la compra, desde la sección de
congelados ya tenemos fichada la fila en la que nos vamos a colocar;
no podemos esperar (aunque luego no tengamos nada urgente que
hacer). Hemos elegido la fila con menos gente o con las cestas menos
llenas, pero después... ¿qué pasa? ¿por qué no avanzamos? Pues
porque nos ha tocado el cajero más lento o el que no tiene cambio o
el que está haciendo la caja…y adiós a la paciencia, si es que
hemos llegado a tenerla en algún momento. Y salimos del supermercado
con cara de pocos amigos.
Otra situación en la que
la paciencia brilla por su ausencia suele ser cuando mandamos un
whatsApp y tardan en contestar... ¿por qué no contesta? Lo ha leído
a las 17h, y son las 19h30 y nada… y nos entra la ansiedad y ya
dan igual los otros whatsApps que sí te contestaron rápidamente
porque nos centramos en ese que no ha contestado. La impaciencia es
lo que tiene, que se centra en lo negativo y no en lo
positivo.O el día que hemos
decidido ir de compras, nosotros y 500 personas más, y entonces nos compramos lo que sea, casi sin probárnoslo porque no estamos dispuestos a
esperar. Y al llegar a casa no te queda bien y vuelves a ir al centro
otro día, ticas otro viaje del bonometro y devuelves las cosas sin
encontrar nada a tu gusto porque se lo llevaron todo el primer día.
Una decisión apresurada por falta de paciencia nos puede hacer
perder más tiempo y dinero del que a priori pensábamos.
Hay gente que nace con
paciencia y no son conscientes del divino tesoro que poseen. El
resto, los arqueólogos que no hemos nacido con ese divino tesoro,
seguiremos excavando hasta lo más profundo de nuestro armario,
porque encontrarlo nos hará las personas más ricas del mundo.
Muy buena reflexión
ResponderEliminarAnimo a cultivar la paciencia... a veces tb se obtienen resultados ;)
Este artículo me ha recordado mucho a tí, sabes en qué? en dos cosas. Así que la reflexión es compartida. Un abrazo.
ResponderEliminarLA PACIENCIA ES UN ÁRBOL DE RAÍZ AMARGA PERO DE FRUTOS MUY DULCES. A CULTIVAR PUES!!!
ResponderEliminarAsí es lo Lolita, y además queremos los frutos sin regar la raíz y así no es posible.
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