Consejo: parecer o dictamen que se da para hacer o no hacer algo.

 



 1. No fumes, no es bueno para  la salud.
 2. Cuenta lo que te pasa, te ayudará a desahogarte. 
 3. No comas tanto, hay que cuidar la figura.
 4. No viajes solo, es peligroso.
 5. No insistas con esa persona, la cosa no tiene solución. 
 6. No seas tímido, no te ayudará a conocer gente.
 7. Acepta lo que sea, son tiempos difíciles.
 8. No levantes el tono, puede parecer agresivo.
 9. No te enfades, no ganas nada. 
10. Atrévete, los tiempos han cambiado. 
11. Ese conjunto te queda mejor, no elijas el otro. 
12. No te esperes mucho para ser madre-padre.
13. No le mandes un email, envíale una carta. 
14. Deja ese trabajo, no te beneficia. 

Después de haber leído esta lista, parece que se cumple la definición de la rae. 
Éstos son algunos de los consejos más comunes que he oído o he vivido en los últimos meses.¿Cómo te sientes después de leerlos? Algunos nos gustarán más que otros, algunos nos servirán más que otros, y seguro que la persona que los dio, los dio con la mejor de las intenciones. Pero insisto, ¿cómo te sientes cuando alguien te da un consejo sin tú haberlo pedido? Porque yo me siento un poco invadida, un poco forzada. Sé que esos consejos son positivos en la mayoría de los casos y sería insensato por mi parte no escucharlos. Pero por otra parte, ¡qué fácil es dar consejos cuando no se trata de uno mismo!¡Que poco cuesta abrir la boca de nuestra verdad!. 
Con este artículo me gustaría transmitir que los consejos están para darlos y para escucharlos pero con prudencia, porque desconocemos los efectos que pueden llegar a tener, y seguramente ninguno de nosotros tiene tanto tiempo como para viajar frecuentemente a Roma y descubrirlo...