Difícil elección ¿verdad? Probablemente los que recibís un buen salario al día de hoy, bueno rectifico, un salario decente al día de hoy, pensaréis que es más importante tener tiempo libre. Sin embargo, aquéllos que tenéis tiempo libre al día de hoy, pensaréis que es más importante recibir un buen salario. Y esta respuesta es totalmente coherente.
Valoramos en función de lo que nos falta, o de lo que nos han educado, o desde nuestra personalidad, o desde la edad, o desde nuestra experiencia, o incluso desde la presión que ejerce la sociedad sobre nosotros. Entonces, si todos estos factores influyen en la escala personal de la importancia de la gente, ¿por qué nos parece tan raro a veces que las personas le den importancia a cosas que para nosotros no son importantes? ¿Por qué nos atrevemos a hacer juicios de valor con las cosas que son o que no son importantes para los demás como si todo lo mirásemos desde una única perspectiva posible?
Reconozco que a mí también me costó entenderlo, no me llevó 25 años como a las princesas, pero me pareció toda una vida hasta que una amiga en la cafetería de la Universidad, pronunció unas palabras mágicas:
Yarna, es que tú a las fechas de cumpleaños le das mucha importancia, una persona no te quiere más o menos porque te felicite cada año como haces tú.” “Simplemente para esa persona una fecha de cumpleaños no es tan importante como para ti”. Y al salir de la cafetería, mi pirámide del mundo cambió. Y desde entonces, camino con prudencia a través de esas tierras movedizas que nos llevan a la importancia de nuestro pasado, presente y futuro.