Es una de las palabras más bonitas que hemos heredado del latín "somniāre" y aunque tiene varios significados, me quedo con aquél que dice que soñar es desear o anhelar algo persistentemente. Creo que es uno de los bienes más preciados y justos que tenemos los seres humanos. Poco importa cuál es tu nivel económico, estatus social o género, porque todos tenemos el mismo derecho y libertad de soñar. Lo que nos diferenciará a unos de otros será el tipo de sueño. Los hay muy variados:  
algunos son materiales, otros sentimentales, otros físicos, otros aventureros, otros casi imposibles que superan la ficción… pero todos tienen algo en común. Detrás de todos ellos hay personas como tú y como yo con esperanza, que no renuncian a intentar conseguir sus sueños. Algunos pueden ser que nunca se cumplan (aunque si no lo intentas no lo sabes) otros tardarán años o décadas, otros se cumplirán cuando casi no creías que se podían cumplir y otros apenas tardarán minutos. Lo importante es no dejar de creer que ese sueño se puede realizar e insistir sin llegar a obsesionarnos. Así es como se descubren vacunas para enfermedades incurables hace años, así es como se hacen grandes películas con pequeños presupuestos, así es como se aprueba un examen después de 5 intentos, así es como un tenista lesionado vuelve a ser el número uno del mundo, así es como se opta a puestos de trabajo en estos tiempos tan difíciles…En definitiva, así es como tú estarás un poco más cerca de conseguir lo que te propongas. No lo olvides, tú y sólo tú eres el dueño de tus sueños, pero has de saber que aunque soñar es gratis, conseguir tu propósito no será tarea fácil, sin embargo no por ello tenemos que rendirnos. Además varios estudios demuestran que las personas que tienen una alta capacidad de soñar son personas más positivas y más felices.
Ahora que conoces este dato, decides en qué bando quieres jugar soldado, en el de las personas que no tienen sueños o en el de aquéllas que quieren intentar conseguirlos…