¡Qué recuerdos eh! Seguro que más de uno cuando era niño se ha sentado en círculo y se ha entretenido con este peculiar juego.Es posible que en la mayoría de los casos sin ser conscientes, escogierais el atrevimiento porque el beso no os llamaba tanto la atención, y la verdad era muy inofensiva en aquella etapa de la vida.
Al día de hoy, me arriesgaría a decir que el atrevimiento ha pasado a un tercer plano ¿Qué nos ha ocurrido? ¿Cómo hemos evolucionado? Entiendo que nos hemos hecho mayores y que han ido naciendo y creciendo nuevos compañeros de vida como la vergüenza, el miedo al fracaso o al rechazo, la autocrítica, la responsabilidad…Pero yo no quiero que esos nuevos sentimientos que en su mayoría son negativos, ganen la batalla a algo tan especial como el atrevimiento. No voy a dejar de ponerme un vestido sexy sólo porque los demás crean que es inapropiado, no voy a dejar de tomar la iniciativa en el amor sólo porque la antigua sociedad nos ha enseñado que eso es cosa de hombres, no voy a actuar siempre de la misma manera porque entonces no dejo lugar al cambio, no voy a dejar de contradecir a mis padres si creo que no tienen razón sólo por el hecho de que sean mis padres… Muchas veces no nos atrevemos a hacer las cosas porque son difíciles, pero tal vez son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.Esperar oportunidades es una opción ¿pero qué te parece si damos un paso hacia delante y contribuimos a crearlas nosotros mismos? Si aceptas el reto, seguro que nos encontramos en la próxima fiesta de disfraces...